La parentalidad positiva se basa en el interés superior del niño. Es un estilo de crianza basado en la empatía, el afecto, la autoestima y la no violencia. La socialización primaria en la familia es clave para la formación de futuros ciudadanos adultos, responsables y comprometidos con la sociedad. Esta socialización se consigue ejerciendo una Parentalidad responsable, positiva, basada en los derechos del niño, en el afecto y también en el establecimiento de normas y límites. Según la FEMP, estos son los principios que han de guiar esta crianza positiva: Vínculos afectivos cálidos entre los distintos miembros de la familia. Un entorno estructurado que ofrezca rutinas y límites adecuados. Estimulación adecuada que potencie las capacidades y habilidades de los menores. Presencia, atención y tiempo de calidad compartido . Reconocimiento del menor como una persona de pleno derecho , de forma que sus opiniones, i...
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